El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, es quien lidera lo que él ha llamado una “guerra contras las pandillas”.
La guerra se está dando en medio de un estado de excepción y adopta medidas como detenciones masivas y la construcción de una megacárcel.
Ante ello, miembros activos e inactivos de las maras huyen hacia otros países del continente. Países como Honduras, Guatemala y México reforzaron sus medidas de seguridad, donde ya reportan detenciones y deportaciones.
Por otro lado, hay personas que indican que entre los huidos hay personas que ya no le deben nada a la justicia y otras que temen detenciones arbitrarias.