Trujillo es testigo de una campaña especial que busca beneficiar a niños con cáncer oncológico. Más que un gesto simbólico, el reciclaje de tapitas se transforma en una herramienta vital para ayudar.
A primera vista, podría parecer un acto simple: recoger tapitas. Sin embargo, lo que sucede después es verdaderamente transformador. Estas tapitas recolectadas van directamente al albergue Inspira en Lima, un lugar donde niños con cáncer pediátrico reciben atención.
Un gesto que suma
Aunque recolectar una sola tapita podría parecer mínimo, en realidad, es un gran paso. «Una tapita es una sonrisa de un niño», señala el Club de Leones. Con más de 130 kilos ya acopiados, el impacto es evidente.
La comunidad de Trujillo tiene la oportunidad de sumarse a esta noble causa. Colegios, restaurantes y tiendas están uniéndose, evidenciando que cuando una ciudad se une, el cambio es posible.