El caso de los gemelos nacidos muertos y el ahora deceso de la madre que entró en coma tras el alumbramiento, ha causado gran revuelo e indignación. El Gerente Regional de Salud, Aníbal Morillo, en un primer momento negó que haya existido una negligencia médica.
Luego de unas horas, cambió de versión y visitó el domicilio del viudo segundo Andrade, en el distrito de Florencia de Mora, donde se viene velando los restos de los gemelos para anunciar una investigación y que el primer informe estaría listo a más tardar este lunes, 17 de julio.
En una práctica recurrente y desalmada, nuestras autoridades buscan librarse de sus responsabilidades. Alegando que siempre el que tiene la culpa de su muerte es el propio paciente.
¿Doble discurso?
Lo cuestionable es el doble discurso del señor Morillo, él afirmó que la atención a la mujer gestante y a los gemelos se desarrolló de manera profesional y luego más tarde convoca a los medios para tratar de limpiar su imagen, visitando al viudo para mostrarle su apoyo.
El jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia de El Hospital Belén de Trujillo, Héctor Rodríguez, reconoció que la indecisión de qué hacer con la paciente que presentaba preeclampsia y dengue fue fatal.
El curso a seguir, según Morillo, es pedir una investigación al comité de mortalidad materna que abarque desde los controles que paso la gestante en el Centro de Salud Santo Toribio, pasando por el hospital el esfuerzo del distrito de Florencia de Mora hasta llegar al Belén de Trujillo. Este caso se debe investigar y sancionar a quienes corresponda.
Asimismo, esperemos que la pita no solo se rompa por el lado más débil, como suele suceder, sino también evaluar las cabezas que dirigen la salud de los liberteños.