Las sirenas sonaban, anunciando el inicio del Simulacro Multipeligro. Sin embargo, solamente el 20% de la población de Virú participó. A pesar de los riesgos presentes en caso de un desastre natural, parece que falta cultura de gestión de riesgo.
Este resultado contrasta con la participación de las instituciones públicas, que sí mostraron mejoras en su respuesta.
La zona costera y la parte alta de Virú son especialmente vulnerables ante un movimiento telúrico de gran magnitud. Gran cantidad de viviendas son de material rústico y ya se ha reportado un alto número de viviendas colapsadas. En caso de un desastre de gran magnitud, los daños y las pérdidas podrían ser considerablemente más altos.
Este simulacro reveló algunas carencias logísticas, como falta de tablillas y personal sanitario. Incluso se produjo un colapso en el hospital de campaña establecido en la Plaza de Armas. Sin duda, estas deficiencias requieren atención para estar mejor preparados para un eventual desastre.
