En Trujillo, la ejecución de obras sin un plan de contingencia adecuado ha desencadenado malestar generalizado. Los conductores y vecinos se ven afectados por la falta de mantenimiento de las vías tras la instalación de la fibra óptica. La intensa polvareda generada incomoda a quienes residen y transitan por la zona, precisamente en la intersección de las avenidas Jesús de Nazareth con Antenor Orrego.
La falta de medidas preventivas afecta la calidad de vida de los habitantes. Negocios locales, como lubricantes y boticas, se ven perjudicados por la disminución del flujo de clientes debido a las condiciones de las calles. La necesidad de desinfectar constantemente las viviendas evidencia el deterioro del entorno.
