En medio del movimiento cotidiano de Trujillo, la plazuela El Recreo se convirtió en punto de encuentro para los amantes de los productos naturales. La VII Feria de Emprendimientos Rurales Inclusivos reunió a pobladores de la sierra liberteña que ofrecieron productos elaborados de manera artesanal, frescos y saludables. La feria se desarrolló durante dos días y tuvo como objetivo fomentar el consumo local y apoyar a familias emprendedoras.
¿Qué productos lácteos ofrecieron los emprendedores rurales?
Los protagonistas de la feria fueron los productos lácteos provenientes del caserío de Yaray, en el distrito de Quirubilca. Yogures frutados de lúcuma y fresa, queso fresco tipo suizo y andino, y manjar de diversos sabores fueron los más solicitados por los visitantes. Todos los productos se elaboraron con leche 100% natural, sin aditivos químicos ni espesantes artificiales.
¿Qué otros productos típicos se vendieron en la feria?
Además de los lácteos, se ofrecieron bizcochos serranos, pan de linaza, rosquitas, rollos de canela y chancay artesanal. Provenientes de diversos caseríos, como el de Ape, en Santiago de Chuco, estos productos reflejan la riqueza gastronómica de las zonas rurales. Los precios accesibles y la calidad casera conquistaron a los asistentes.
¿Quiénes organizaron y promovieron esta feria en Trujillo?
El evento fue promovido por Foncodes a través del proyecto Haku Wiñay, en colaboración con gobiernos locales. Se presentaron 30 emprendimientos productivos de zonas rurales con alto índice de pobreza. Estas familias recibieron formación y financiamiento durante tres años para desarrollar sus negocios.
¿Qué impacto tiene esta feria en la economía rural?
La feria permitió visibilizar el trabajo de las comunidades rurales y establecer nuevos canales de comercialización. Muchos emprendimientos esperan expandirse hacia puntos de venta permanentes en ciudades como Trujillo. La experiencia fortalece la economía familiar y promueve el consumo responsable de productos locales.