Los comerciantes de Chiclayo expresan su preocupación ante el aumento de la informalidad en el mercado modelo. En vísperas de la campaña navideña, solicitan a las autoridades la implementación de estrategias para mejorar el comercio y una posible tugurización. Este pedido surge como respuesta a las condiciones económicas que han reducido las ventas en los últimos meses, según explican los propios vendedores del mercado.
Para combatir el problema, se ha propuesto utilizar un local de serenazgo en Chiclayo, que podría acomodar a más de mil vendedores informales durante las fiestas. Los comerciantes creen que esta acción evitaría el desorden en la vía pública y permitiría que todos ganen, manteniendo las ventas organizadas y ofreciendo a los consumidores un acceso seguro al mercado.
El dirigente Juan Gamarra señaló que la recesión económica impactó las ventas en el mercado, dejando varios puestos vacíos el mes pasado. Esta situación impulsa a algunos comerciantes informales a ocupar espacios dentro y fuera del mercado, lo que a su vez ahuyenta a posibles clientes. Frente a esta realidad, piden a la municipalidad de Chiclayo gestionar mejor los espacios para ayudar a los vendedores formales e informales por igual.
Los comerciantes creen que es necesario que el administrador del mercado haga cumplir las normas y garantice accesos organizados. Sugieren i8ntervención para ordenar los puestos de venta y evitar la ocupación desordenada, tanto en el interior como en el exterior del mercado.