La Casa de la Juventud, ubicada en la avenida América Norte, presenta acumulación de desmonte y basura casi un mes después de su demolición por parte de la Municipalidad Provincial de Trujillo. A pesar de haber invertido 23 mil soles en el proceso, el resultado es desalentador.
Compromiso medioambiental en duda:
Más allá de la limpieza pendiente, las únicas acciones realizadas han sido la plantación de árboles y la instalación de luces LED. Esta última es una medida que el alcalde Arturo Fernández ha replicado en varios parques, poniendo en evidencia la falta de una gestión adecuada.
Vecinos en riesgo por falta de protección:
La demolición ha dejado vulnerable la zona cercana a la quebrada San Ildefonso. Los vecinos, especialmente aquellos con negocios, enfrentan ahora un mayor riesgo de inundaciones. Las medidas preventivas anteriores, como los sacos de arena, ya no parecen ser suficientes.
