El pasado 27 de julio del 2022, el alcalde provincial de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, prometió una obra bien hecha en el óvalo Grau que lo diferencie de gestiones pasadas; pero transcurrió más de un mes y el óvalo luce lleno de huecos de todo tamaño.
Circular por el óvalo Grau es una pesadilla para los conductores trujillanos. Es casi imposible sortear los huecos y los amortiguadores de los vehículos son los que se desgastan.
La gestión edil de Arturo Fernández también empezó a parchar la pista de la avenida Olímpica, que rodea al estadio Mansiche, si bien ya se cortaron los paños, a la fecha no se coloca el asfaltado.
Trujillo dejó de ser la capital de la primavera, para ser la capital de los huecos en las pistas. En más de ocho meses no hay una solución y solo queda resistir.
El alcalde Arturo Fernández a través de las redes sociales culpa a todo el mundo, y prefiere el show para desviar la atención de los trujillanos sobre los problemas críticos que atraviesa la ciudad. Es más, ha decidido pintar hasta el óvalo Mansiche para calzar esa frase que dice “Por fuera flores y por dentro temblores”.
