En una conferencia de prensa, el gobernador regional César Acuña anunció que en dos semanas, aproximadamente 200 militares comenzarán a patrullar las calles de Trujillo y Virú. Esta decisión ha generado reacciones encontradas entre los ciudadanos. Algunos apoyan la medida, argumentando que es necesaria para combatir la delincuencia, otros la consideran insuficiente.
La opinión de los ciudadanos refleja una desconfianza generalizada hacia la eficacia del patrullaje militar. Un comerciante indicó que la delincuencia no se resolverá simplemente con la llegada de militares: “la policía ya está presente y aún así no hay resultados”, afirmó. Otros ciudadanos coincidieron en que, aunque la medida puede proporcionar algo de seguridad, no es una solución definitiva al problema de la criminalidad en la región.
A lo largo de los años, Trujillo ha sido escenario de diversas estrategias de seguridad, muchas de las cuales han quedado inconclusas. Según los ciudadanos, en ocasiones anteriores, el patrullaje militar fue implementado solo por períodos cortos, sin un impacto duradero.
A medida que se acerca la fecha de inicio del patrullaje militar, los ciudadanos de Trujillo están ansiosos por ver si esta medida realmente tendrá un impacto positivo. La mayoría se muestra cautelosa, esperando que el apoyo militar realmente logre mejorar la situación de seguridad en las calles.