El pasado 23 de abril, durante un asalto a un bus interprovincial en Trujillo, los delincuentes se llevaron la urna de cenizas de Albertina Zuriate Altamirano, fallecida por una infección generalizada en Lima Metropolitana.
Fanny Gallegos, hija de la fallecida se dirigía a Bagua Grande para una reunión de despedida con sus familiares guardando los restos en su equipaje. A pesar de la esperanza de Gallegos de que su maleta no fuera robada, al llegar a Chamaya descubrió que no estaba en la bodega del bus.
«Sufrimos un asalto aproximadamente a las 4.20 a. m. en Trujillo. Los choferes bajaron a denunciar el hecho en la comisaría de Buenos Aires. El chofer de la empresa Divino Señor nos dijo: ‘Nos han asaltado. Nos han encañonado en movimiento y ahí han abierto la maletera'», declaró