En medio de los constantes reclamos por falta de atención estatal, la provincia de Pataz, en la sierra de La Libertad, esperaba respuestas concretas durante la reciente instalación de una mesa de diálogo con representantes del Gobierno. Sin embargo, lo que parecía una oportunidad para iniciar soluciones terminó en frustración y molestia generalizada.
¿Por qué el diálogo en Pataz fue calificado como un fracaso?
El esperado encuentro terminó siendo un diálogo fallido. Según el alcalde provincial Aldo Carlos Mariños, los ministros asistentes solo cumplieron con un saludo protocolar y abandonaron el lugar sin escuchar a la población. La ausencia de compromisos y la falta de respuestas claras generaron el rechazo de las autoridades locales.
¿Qué reclamos se esperaban abordar en la mesa de diálogo?
Los principales puntos incluían la reactivación de la minería artesanal y la atención a problemas estructurales como infraestructura y servicios básicos. Los dirigentes esperaban la conformación de grupos de trabajo y la firma de un acta de compromisos, lo cual no ocurrió.
El Ejecutivo reiteró que las restricciones a la minería continuarán hasta el 8 de junio, lo que fue considerado insuficiente por la población. Esta decisión mantiene paralizadas las actividades de muchos trabajadores locales, aumentando la tensión social.
¿Qué acciones tomará la población tras el fracaso del diálogo?
Los pobladores, liderados por sus autoridades, otorgaron un plazo de 72 horas para que el Gobierno revierta la medida. De no recibir una respuesta satisfactoria, se anunciaron protestas y acciones contundentes para los próximos días.