Hoy, martes 20 de setiembre, la Organización de Naciones Unidas (ONU) denunció al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por haber ordenado a los Jefes de los servicios de inteligencia civil y militar a cometer crímenes de lesa humanidad, con el fin de reprimir la oposición .
«El presidente Nicolás Maduro y otras autoridades de alto nivel (…) fueron los artífices en el diseño, implementación y mantenimiento de una maquinaria para reprimir a la disidencia», señaló hoy una misión internacional de la ONU para Venezuela.
«El Estado venezolano utiliza los servicios de inteligencia y a sus agentes para reprimir la disidencia en el país. Esto conduce a la comisión de graves delitos y violaciones de los derechos humanos, incluidos actos de tortura y violencia sexual», afirma el extenso informe de la misión.
En esta investigación se ha registrado 122 víctimas sometidas a tortura, violencia sexual y a otros tratos inhumanos en los centros de la Dgcim, especialmente en su sede principal en Caracas (conocida como Boleíta) y 51 por parte de agentes del Sebin, principalmente en el Helicoide, contra opositores, periodistas, manifestantes y activistas.
INFORME DE LA ONU PARA VENEZUELA
En el año 2020, la ONU ya había expuesto un informe sobre esta misión y esta vez se estaría centrando en las actividades de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
En el caso del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), el informe señala como responsables al actual director general, Gustavo Enrique González, al director del Helicoide (principal centro de detención) entre 2014 y 2018, Carlos Alberto Calderón; y a su número dos en ese periodo, Ronny González.
Por otro lado, en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) se acusa al director general Iván Rafael Hernández, y a antiguos responsables de distintos estamentos del organismo. Algunos de ellos son Rafael Antonio Franco, Hannover Esteban Guerrero y Alexander Enrique Granko.