En los últimos 7 años, la costa peruana ha enfrentado el desafío constante de los huaicos, recordando especialmente el evento del 2017. A pesar de la naturaleza cíclica de estos fenómenos, la planificación y prevención continúan siendo insuficientes. Urbanizaciones construidas en zonas de riesgo y la falta de inversiones significativas en defensas civiles destacan como problemas persistentes.
La situación se agrava al observar cómo, tras el desastre del 2017, las áreas afectadas no solo se han reconstruido, sino que también han visto una expansión demográfica. En Trujillo, por ejemplo, las quebradas, que históricamente han sido puntos críticos, continúan siendo ocupadas y urbanizadas, aumentando así el riesgo de nuevos desastres.
Deficiencias en Infraestructura de Defensa
A pesar de los esfuerzos, la infraestructura de defensa sigue siendo insuficiente. Los badenes y sistemas de represamiento construidos son inadecuados para enfrentar la magnitud de los huaicos. La falta de coordinación y la lentitud en los trabajos de prevención aumentan la vulnerabilidad de las comunidades ante futuros eventos.