México y América Latina se convirtieron en la región a la que las productoras estadounidenses y europeas voltearon para sacar adelante proyectos de animación y videojuegos, impulsados por el talento de sus jóvenes.
México y América Latina se convirtieron en la región a la que las productoras estadounidenses y europeas voltearon para sacar adelante proyectos de animación y videojuegos, impulsados por el talento de sus jóvenes.