En Trujillo y provincias cercanas como Chepén, Pacasmayo y Ascope, la inseguridad se convirtió en un problema cotidiano que alarma a la población. Los recientes asaltos y casos de extorsión han puesto en evidencia falencias en la labor de la Policía Nacional, según explicó el mayor en retiro Rubén Vega Rojas. El oficial advirtió que la falta de inteligencia policial y la alta rotación de personal debilitan la lucha contra el crimen.
¿Por qué la rotación policial afecta la seguridad?
El mayor Vega señaló que la constante rotación de efectivos impide consolidar equipos especializados en investigación. Sin estabilidad, los policías no logran conocer a fondo las zonas donde operan las bandas. Esto genera que el crimen organizado encuentre espacios para expandirse en lugares como Paiján, Casagrande y Cartavio.
¿Qué papel juegan las cárceles en el problema?
Otro punto crítico es la situación de los penales. Con un hacinamiento que supera los 7,000 internos, las cárceles en El Milagro facilitan la reorganización de bandas. Vega planteó que las prisiones deberían ubicarse en zonas alejadas y a mayor altura, como Quiruvilca, para cortar la comunicación con el exterior y reducir la corrupción.
¿Cómo enfrentar las extorsiones en Trujillo?
Las extorsiones son hoy uno de los delitos más recurrentes. Según Vega, la clave es reforzar la inteligencia, mejorar la coordinación con la Fiscalía y exigir respuestas rápidas a las operadoras telefónicas. De cada 100 delincuentes capturados, 90 recuperan su libertad y solo 10 ingresan a prisión, reveló el exoficial.
¿La corrupción agrava la inseguridad en la región?
El excomisario también alertó sobre la corrupción en diversas instituciones. A su juicio, jueces, fiscales y policías deberían pasar anualmente la prueba del polígrafo para garantizar transparencia. La falta de control y la debilidad en la sanción fortalecen a las bandas criminales, que encuentran impunidad y nuevos aliados para mantener su poder en las calles.


