Esta mañana, la Corte Suprema de Estados Unidos puso fin a una sentencia que durante casi medio siglo garantizó el derecho de las mujeres estadounidenses al aborto, pero que nunca había sido aceptada por la derecha religiosa.
«La Constitución no hace ninguna referencia al aborto y ninguno de sus artículos protege implícitamente este derecho», escribió Samuel Alito, uno de los jueces que estuvo a cargo del caso.