El Ministerio de Cultura y la Policía de Turismo sorprendieron a dos personas usando maquinaria pesada en la zona intangible de Chan Chan, específicamente en Pampas del Padre Abán, Wachaque Grande. La intervención se realizó durante Semana Santa, fecha en la que el flujo de visitantes suele incrementarse. Esta acción ilegal significa una grave afectación al patrimonio cultural peruano, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).

Durante la operación, los agentes detuvieron en flagrancia al operador de un cargador frontal y a una mujer que habría solicitado el servicio. Ambos fueron trasladados a la Comisaría de Huanchaco para las investigaciones correspondientes. La rápida intervención evitó que los daños se extendieran, aunque ya se había afectado de forma irreversible parte del sitio arqueológico. La maquinaria fue decomisada como evidencia del delito.

Impacto irreversible en estructura de valor histórico

La Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de La Libertad confirmó que los daños ocasionados son de carácter irreparable, afectando directamente una estructura arqueológica de la cultura Chimú. Este tipo de atentado compromete gravemente la integridad de un legado que tiene más de 600 años de antigüedad. Las consecuencias de este acto van más allá del daño físico: se pierde parte de nuestra historia como nación.

El Ministerio de Cultura expresó su condena ante estos actos y reafirmó su compromiso con la protección del patrimonio. También exhortó a la población a denunciar cualquier actividad sospechosa que afecte zonas protegidas. Según el Código Penal peruano, estos delitos pueden sancionarse con hasta seis años de prisión. El respeto por nuestros bienes culturales es responsabilidad de todos los ciudadanos.