En la provincia de Julcán, La Libertad, miembros de las rondas campesinas sometieron a castigos físicos al representante de una empresa contratista por el retraso en la obra de mejoramiento del puente La Oroya, ubicado entre los caseríos San Juan Bajo y Cushpiorco. El ingeniero fue obligado a hacer planchas y recibió azotes como medida de presión, tras denuncias de los pobladores sobre incumplimientos, irregularidades en la ejecución y el uso de materiales no contemplados en el expediente técnico.
Durante una tensa reunión con la comunidad, representantes de la municipalidad provincial justificaron la paralización de los trabajos debido a las intensas lluvias. Sin embargo, la población exigió respuestas concretas y mayor compromiso. Asimismo, se acordó reiniciar los trabajos el lunes 14 de abril, con un plazo de 20 días para su culminación, sujeto a las condiciones climáticas.
