En la urbanización Rázuri, segunda etapa, en Trujillo, se vive una creciente preocupación por la presencia de perros callejeros que han agredido a varios vecinos. Esta zona, donde hay parques y tránsito constante de niños, se ha convertido en un espacio de tensión diaria. Los vecinos denuncian que los animales han mordido a al menos 19 personas.
¿Por qué los vecinos de Trujillo temen a estos perros callejeros?
Según testimonios recogidos en el lugar, los canes callejeros circulan libremente por calles, parques y avenidas, representando un riesgo. Madres de familia afirman que sus hijos y nietos viven con miedo, y deben salir con palos para protegerse. Muchos afectados aseguran haber recibido atención médica y hasta pasaron por el médico legista debido a las heridas.
¿Qué medidas han tomado los vecinos ante este problema?
La comunidad ha elaborado y presentado un memorial a la PNP de La Noria y al centro de salud local, solicitando el traslado de los animales a un albergue. Exigen una intervención inmediata para evitar nuevas agresiones y preservar la seguridad del vecindario.
¿Quién alimenta a los perros y cuál es su postura?
Los residentes indican que una vecina del sector se encarga de alimentar a los perros callejeros. A pesar de los reclamos, ella se niega a colocarles bozal y defiende su derecho a cuidarlos, lo que ha generado enfrentamientos con otros moradores. La situación ha escalado hasta recibir acusaciones de maltrato animal entre vecinos.
¿Qué soluciones proponen y qué esperan de las autoridades?
Los pobladores consideran que los perros deben ser trasladados a un albergue para evitar tragedias mayores. Señalan que, aunque reconocen que los animales no tienen la culpa, también es necesario velar por el bienestar humano. Piden que las autoridades municipales actúen con responsabilidad y urgencia.
