En Trujillo, reconocida por su tradición artística, se abrió un debate por la poca actividad cultural en los últimos meses. La preocupación fue planteada por Manuel Calderón, ex integrante de la Compañía de Ballet, quien alertó sobre la ausencia de espacios activos y de talleres que solían motivar a niños y jóvenes a expresarse a través del arte. La pregunta que resuena es clara: ¿qué está haciendo la ciudad con su cultura?
¿Quién denuncia la falta de actividad cultural en Trujillo?
El bailarín Manuel Calderón Gamboa dirigió el programa cultural “Danzando en la Arena”, promovido por la Dirección Desconcentrada de Cultura. Desde su experiencia, aseguró que la reducción de talleres afecta de manera directa a los menores que antes encontraban en la danza un espacio de desarrollo y disciplina. Su testimonio busca visibilizar la necesidad urgente de reactivar espacios culturales en la ciudad.
¿Qué cuestionamientos recaen sobre la Dirección de Cultura?
El artista señaló como responsable a David Calderón de los Ríos, actual director de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DCC) de La Libertad. Según explicó, el organismo no estaría cumpliendo con la promoción de talleres ni con una adecuada administración del presupuesto cultural. El reclamo apunta a la falta de gestión en una ciudad que históricamente ha liderado la vida cultural en el norte del país.
¿Cómo afectan estos cambios a los jóvenes talentos?
Calderón expresó especial preocupación por las niñas que formó en los talleres de ballet clásico organizados en su momento por la DCC. Estos espacios no solo permitían acercarse al arte, sino que fomentaban disciplina, autoestima y desarrollo integral en la niñez. El vacío cultural actual amenaza con truncar el futuro de nuevos talentos.
¿Qué soluciones se esperan para la actividad cultural en Trujillo?
El bailarín hizo un llamado a reactivar los talleres y a mejorar el manejo de los recursos destinados a cultura. La población espera que las autoridades prioricen el arte como motor de identidad y cohesión social. La situación pone en evidencia la urgencia de fortalecer la política cultural regional y garantizar que Trujillo mantenga su papel como capital artística.