En la ciudad de Huaraz, la situación económica de los docentes cesantes y jubilados se ha convertido en una preocupación constante. Este sector, que dedicó décadas a la formación de generaciones, reclama mejores pensiones que les permitan cubrir sus necesidades básicas y vivir con dignidad. Su lucha refleja una realidad persistente en varias regiones del país: el abandono de quienes entregaron su vida a la educación.
¿Por qué los docentes cesantes protestaron en Huaraz?
Los docentes cesantes y jubilados de Áncash se congregaron en la plaza de Armas de Huaraz para realizar una movilización y plantón. La medida busca llamar la atención de las autoridades frente a la difícil situación que atraviesan. Reclaman que el monto que perciben mensualmente no cubre sus gastos básicos de alimentación, salud ni vivienda, lo que los obliga a seguir exigiendo respuestas.
¿Qué demandan los docentes jubilados al Gobierno?
El principal pedido de los manifestantes es el incremento de sus pensiones y el cumplimiento de los acuerdos suscritos anteriormente. Ignacio Villafana, dirigente de los docentes cesantes de Huaraz, indicó que han sostenido reuniones y enviado documentos al Ministerio de Economía y Finanzas, pero hasta el momento no han recibido una respuesta concreta. Insisten en que el Estado tiene una deuda moral con el magisterio.
¿Cómo afecta esta situación a los docentes cesantes?
Muchos de los cesantes y jubilados atraviesan dificultades para solventar su atención médica y otros gastos esenciales. Algunos dependen del apoyo familiar, mientras que otros continúan trabajando informalmente. La falta de una pensión digna genera preocupación entre los docentes, quienes consideran que el sistema previsional necesita una reforma urgente para evitar el olvido de quienes formaron a miles de estudiantes.
¿Qué esperan los docentes tras su movilización?
Los manifestantes esperan que el Gobierno Central escuche su pedido y cumpla los compromisos asumidos en años anteriores. Sostienen que no cesarán en sus protestas hasta lograr una mejora real en sus pensiones. Su persistencia simboliza la lucha por el respeto y el reconocimiento a la labor docente en el país.