Esta tarde, Arturo Fernández, suspendido alcalde de la provincia de Trujillo, estará en el banquillo de los acusados y escuchará el fallo del magistrado del Tercer Juzgado Penal Unipersonal por la denuncia de difamación agravada que le planteó el arqueólogo Ricardo Morales, exdirector del Proyecto Huacas de Moche.
Fernández tiene que acudir bajo “apercibimiento” de “ser declarado contumaz y ordenarse su conducción compulsiva ante este juzgado”. Además, de no presentarse, los abogados de las partes procesales serán “excluidos y multados”.
Hay que considerar que el proceso a tenido extrañas dilaciones. Ha sufrido hasta siete reprogramaciones. El 26 de julio y el 17 de octubre de 2023 no se pudo iniciar el juicio porque el suspendido burgomaestre no tuvo abogado, el 28 de noviembre se declaró enfermo. El 13 y 27 de diciembre también se suspendió y el 7 de marzo de este 2024, el juez Juan Julio Luján solicitó inhibirse del proceso porque conocía a la familia del acusado. La última reprogramación fue el 9 de abril. Pero esta tarde debe acabarse el juicio con una sentencia.